jueves, 6 de febrero de 2014

Un libro: "La Isla del Tesoro"

"Aunque mi vida había transcurrido desde siempre junto al mar, me pareció contemplarlo por primera vez. El olor del océano y la brea eran nuevos para mí. Vi los más asombrosos mascarones de proa y pensé por cuántos mares habrían navegado; miraba atónito a tantos marineros, viejos lobos de mar que lucían pendientes en sus orejas y rizadas patillas, y me fascinaba con su andar hamacado forjado en tantas cubiertas. Si hubiera visto, en su lugar, el paso de reyes o arzobispos, no hubiera sido mayor mi felicidad.

Y yo también iba a ser uno de ellos, yo también iba a hacerme a la mar, en una goleta, y escucharía las órdenes del contramaestra, a nuestro gaitero, y las viejas canciones marineras que recordaban mil aventuras. ¡A la mar! ¡Y en busca de una isla ignorada y para descubrir tesoros enterrados!"
Jim Hawkins


Siempre me han fascinado los relatos marinos. Desde tiempos inmemoriales -y aún hoy en día- el mar ha supuesto todo un reto y un modo de vida para el hombre, y la llamada a la aventura que proporciona el océano y el encanto por lo desconocido está presente en otras muchas obras tanto literarias (20.000 leaguas de viaje submarino, Narración de Arthur Gordon Pym, Moby Dick, Capitanes Intrépidos...) como audiovisuales (Rebelión a Bordo, El Hidalgo de los Mares, Master And Commander...). Y el libro del que voy hablar es quizás el más icónico y representativo de este tipo de aventuras.

"La Isla del Tesoro" es el gran clásico de los relatos marinos. Escrito por Robert Louis Stevenson en 1883 después de ver a su hijastro dibujar una acuarela de un mapa del tesoro, su valor literario y su influencia perduran a lo largo de los siglos. Todos los clichés e imágenes icónicas que tenemos grabadas, como piratas sanguinarios con una pata de palo y parche en el ojo o mapas del tesoro  que marcan el lugar con una X, provienen de esta novela.

Seguiremos el viaje iniciático del joven Jim Hawkins en busca de un misterioso tesoro, una gran aventura en la que descubrirá la verdadera medida de sí mismo y conocerá a personajes tan carismáticos y llenos de fuerza y energía como Long John Silver o Ben Gunn. La novela no da un sólo segundo de respiro, y aunque incluye muchos términos técnicos del mundo del mar se sigue con agilidad, y es de todo menos previsible . Las detalladas y exactas descripciones de Stevenson le hacen a uno sentirse en alta mar a bordo de una goleta o defendiendo una empalizada en una isla alejada de la mano de Dios como sí realmente estuviese allí; la trama es extremadamente entretenida y llena de giros argumentales, y el final de cada capítulo nos deja con ganas de empezar cuanto antes el siguiente. Una novela recomendable al cien por cien.

"El mar dará a cada hombre una nueva esperanza, como el dormir le da sueños"
Cristobal Colón

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